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Los entrenadores en formación

Tras mi post sobre la deriva del baloncesto de formación y lo que he observado en las gradas en este inicio de temporada, me toca abordar el tema de los entrenadores dado que muchos de los comentarios que recibí se quejaban de que no solamente era la grada la que no se comportaba correctamente en el baloncesto de formación. De hecho, ya toqué un poco el tema en el mismo post, pero merece unas líneas más y una explicación más extensa que las 4 líneas del post anterior.


No es un secreto que el baloncesto evoluciona y los entrenadores con él. En este sentido habría que empezar a diferenciar que tipo de entrenadores pueden entrenar equipos de formación y quienes no. Vamos a partir de la base de que todos los entrenadores están titulados, que no es así en todos los casos, pero cada vez hay más con titulación. Sin embargo, eso no significa que estén preparados para entrenar un equipo de niños/as, puesto que ese título solamente te habilita, no te capacita. Esto significa que hay una tarea de selección por parte de los clubes, en la figura del coordinador o DT, en la que hay que dar con el perfil correcto para cada equipo/categoría. No es lo mismo entrenar un mini que entrenar un junior.


Cuando a un entrenador se le da un equipo para entrenar debe analizar muy concienzudamente el nivel del grupo para empezar a trabajar en función del nivel que tienen sus jugadores. Es importante hacer ese análisis para saber qué y cómo trabajar con ellos desde el primer día. En base a dicho análisis hay que crear una planificación del trabajo que vamos a realizar, siempre consensuado con el coordinador o DT, y en base a las pautas marcadas desde el club.



En la actualidad tenemos más entrenadores titulados y mejor preparados que antaño, pero todo lo bueno que tiene eso, por un lado, lo tiene de malo por otro. Antiguamente, cuando muchos empezábamos en esto de los banquillos, costaba mucho encontrar información sobre baloncesto, sobre ejercicios, etc., y nos íbamos de librería en librería a buscar los pocos libros que existían de baloncesto para devorarlos enseguida. Nos apuntábamos a clínics para aprender o nos íbamos a la pista del club para ver como entrenaba el entrenador del equipo “X” para poder pescar algún ejercicio o alguna manera de gestionar cualquier situación. Hoy en día enciendes tu portátil, tu teléfono móvil o tu tablet y estás conectado 24 horas para poder buscar en las redes todo lo que desees. Lo único que hace falta es ser capaz de filtrar toda esa información ingente que aparece en la pantalla para poder utilizarla en caso de que sea adecuado para la edad y nivel del equipo que entrenas.


Como ejemplo puedo poner un clínic online en el que estuve hace unos días. Era una charla (“Gestión del estrés”) dentro del ciclo de charlas “La salud de los entrenadores i entrenadoras” dedicadas a los entrenadores, y estaba organizada por la Associació Catalana d’Entrenadors i Entrenadores de Basquetbol. En esa charla en la que había 2 ponentes y el presidente de la asociación, el total de personas conectadas era de 12, por tanto, oyentes éramos solamente 9. Todas las personas conectadas a esa charla andábamos por encima de los 45-50 años de edad. Yo me pregunto dónde están esos entrenadores que me encuentro cada fin de semana en las pistas pintando jugadas en una pizarra, o vociferando a sus jugadores/as, cuando no son capaces de controlarse ellos mismos. Es solamente un ejemplo de lo que ocurre actualmente con los entrenadores de formación.



Por eso digo que el título te habilita, pero no te capacita, porque para poder entrenar en según qué categorías es más importante saber transmitir lo que sabes que saber mucho pero no ser capaz de transmitirlo. Insisto, saber mucho no te capacita para entrenar.


Y todo esto pasa, en muchas ocasiones, por las ansias de victorias y campeonatos o torneos que tienen los entrenadores, que vienen reforzadas, en la mayoría de las ocasiones, por los clubes. Y eso a costa de saltarse pasos en la formación de los pequeños jugadores, esos que llegados a un punto en que o no juegan, o juegan poco, dejarán el deporte que tanto les apasiona porque alguien con delirios de grandeza decidió en un momento dado que era más importante ganar partidos que formar a sus jugadores correctamente. Las pistas están llenas de entrenadores que solamente miran por su promoción, y eso creen que lo consiguen ganando partidos. El problema viene cuando desde los clubes se apoya a esos entrenadores por el simple hecho de ganar partidos. Quizás es un análisis un poco superficial de lo que es hacer un buen trabajo, pero para los clubes ganar más es sinónimo de trabajar mejor, y no siempre es así.


Con esto no quiero decir que todos los entrenadores sean así, como tampoco quise decir que todas las familias se comporten como denunciaba en el post anterior. Lo que sí creo es que debemos darle una vuelta a todo lo que estamos haciendo entre todos, quizás lleguemos a la conclusión de que hay que cambiar algunas cosas o algunas maneras de actuar de unos y otros. Y todo por el bien de nuestros pequeños deportistas.


 opinión: 

 

Acostumbro, desde mis inicios, a entrenar, sobretodo, equipos de formación. Entiendo que la formación es la base que tiene cada jugador para construir su manera de expresarse en la pista.

Lo que será el jugador cuando llegue a senior depende de lo que se haya trabajado con él en edades tempranas de formación.

Actualmente hay una tendencia a apostar por los resultados y los títulos a costa de ese tiempo de formación.

 próximos eventos: 

 

Campeonato de España de Selecciones Autonómicas de Minibasket (San Fernando)

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