El olvidado arte del pase
Crecí alucinando con un tipo que hacía del pase un verdadero arte, alguien que era capaz de dejar sentado a su rival con un solo movimiento de muñeca al pasar el balón. En aquellos años éramos muchos los que admirábamos y disfrutábamos de un tal Earving “Magic” Johnson. He citado a Magic porque lo considero el mejor pasador de la historia y porque con él descubrí “eso del pase”. Recuerdo haber visto algunos entrenamientos de entrenadores de mi club/colegio en los que se insistía y trabajaba sobre el pase muy detenidamente. Uno de esos entrenadores, que más tarde estuvo en la estructura de todo un FC Barcelona llegando al primer equipo como primer entrenador, era un tal Joan Montes.
Una vez ubicados en el tema concreto paso a analizar un poco la problemática que he detectado, y comentado con muchos colegas entrenadores, en estos últimos años, la falta de trabajo sobre el pase. Si nos fijamos un poco en los jugadores que actualmente marcan diferencias, podemos ver que todos ellos dominan por encima de todo el bote, el dominio de balón y tienen un físico mucho más importante que antaño. Esto obedece al gran volumen de trabajo sobre el bote, cambios de mano o finalizaciones y demás fundamentos técnicos, tácticos y físicos. Podemos ver jugadores con un nivel técnico muy elevado pero que carecen de calidad en el pase y eso influye en el juego. Esta problemática se genera, según mi punto de vista, por el poco volumen de trabajo que dedicamos al pase en los entrenamientos. Creo que estamos dejando de lado uno de los fundamentos más importantes de nuestro deporte y deberíamos poner el foco ahí, ya que luego, cuando llegan a senior, nos encontramos con que no tenemos buenos pasadores. Más allá de las habilidades de jugadores puntuales que tengan esa facilidad para pasar el balón, necesitamos crearlos nosotros a través de las tareas en los entrenamientos. ¿Estamos fallando los entrenadores a la hora de preparar las sesiones de entrenamiento dando poca importancia a algo tan decisivo como el pase?
Foto: Lourdes Rodríguez
Si nos vamos al baloncesto de formación, donde debemos poner las bases de lo que serán nuestros jugadores en el futuro, veremos que en cualquier equipo de nivel medio/alto todos los jugadores dominan de un modo notable el bote, pero no así el pase, que cuesta mucho y sobre el que se corrige poco de la misma manera que se trabaja poco. De hecho, se penaliza cuando un jugador intenta un pase que no llega, aunque esté bien visto y sea la opción correcta. Esto lo he visto con mis propios ojos en un partido de mini por el simple hecho de que el balón no llegase al jugador al que iba dirigido.
Para acabar, si queremos buenos pasadores, deberemos incluir en nuestra planificación un poco más de volumen de trabajo sobre este fundamento, corregirlo y hacer que entiendan cuándo deben utilizar un tipo de pase y cuándo otro. Aunque parezca una obviedad creo que estamos dejando de lado este aspecto que es primordial y eso va en detrimento de la formación de nuestros jugadores.