El jugador de formación y la élite
- Lluís Escudero
- 3 oct 2019
- 3 Min. de lectura
Volvemos de otro verano en que las diferentes selecciones españolas de formación y también las de élite han conseguido, de nuevo, unos resultados espectaculares que ninguna otra selección de ningún otro país es capaz de conseguir. Si hablamos de las “nuevas” selecciones de 3x3, que además van a ser disciplina olímpica en los próximos juegos de Tokio, tenemos que los resultados también son buenos. Por lo tanto, parece que la salud del baloncesto en España es muy buena si a resultados nos atenemos. ¿Pero realmente eso es así?

Un pequeño repaso del balance conseguido durante el verano de 2019 de las diferentes selecciones de baloncesto y de 3x3 nos da una idea de por dónde estamos a nivel de resultados:
Selecciones Masculinas
U15 Plata Torneo de la Amistad
U16 Oro Europeo
U18 Oro Europeo
U20 Plata Europeo
SENIOR Campeona del Mundo
Selecciones Femeninas
U16 Bronce Europeo
U18 Quinto puesto Europeo
U19 Bronce Mundial
U20 Quinto puesto Europeo
SENIOR Oro Europeo
Selecciones 3x3
U18 Fem. Oro Europeo
SENIOR Plata Europeo
Como podemos ver los resultados son espectaculares y eso nos demuestra el gran valor de los jugadores nacionales. Jugadores de formación que ganan medallas cada verano en Europeos, Mundiales o Juegos Olímpicos.
Todo es perfecto y funciona de maravilla hasta que nos damos un paseo por una de las mejores competiciones del mundo, la ACB, y vemos que los jugadores españoles que forman parte de los equipos ACB son mínimos. Únicamente un irrisorio 22,6% del total de los jugadores de la liga ha nacido en España. En números totales tenemos a 238 jugadores de los que solamente 65 han nacido en España. Una cifra que nos habla a las claras de la poca apuesta de los clubes por los jugadores locales. Según la normativa de la ACB todos los equipos están obligados a contar con cuatro licencias destinadas a jugadores españoles. Pero esta norma se evita nacionalizando a los jugadores. Un ejemplo de ello es el caso de Nikola Mirotic, jugador nacido en Montenegro pero que no ocupa plaza de extracomunitario por tener la doble nacionalidad.

Foto: feb
Con este panorama los jugadores deben buscarse la vida fuera de nuestras competiciones ya que nadie se arriesga con ellos y los clubes buscan fuera lo que ya tienen en casa, y probablemente a un precio superior al que tendría el jugador local.
Todos los entrenadores quieren que sus equipos ganen y los resultados son importantes ya que se juegan su puesto cada fin de semana, pero también es cierto que los hay que sí se arriesgan con los jóvenes jugadores locales y tienen la paciencia necesaria para que esos jugadores crezcan lo suficiente para formar parte de las plantillas de los equipos profesionales.
El problema es serio ya que esos jóvenes que cada verano consiguen grandes resultados no ven la continuidad necesaria en los equipos profesionales, que prefieren apostar por jugadores de fuera que en muchas ocasiones les van a salir más caros que los locales. En el mejor de los casos podrán formar parte de la plantilla del equipo, pero su presencia en la pista acostumbra a ser meramente testimonial por lo que esos jugadores no van a llegar a explotar dada la poca confianza depositada en ellos. Por otro lado, tenemos a los jugadores foráneos que siendo, en muchas ocasiones, peores jugadores disfrutan de muchas más oportunidades y paciencia por el simple hecho de ser de fuera. Capítulo aparte los “fichajes” de jugadores extranjeros en categorías de formación, que se están convirtiendo en práctica habitual de todos los equipos y canteras de los grandes clubes de la liga ACB.

Foto: ACB Photo
¿Se valora suficientemente al jugador español en nuestro baloncesto? Es evidente, después de muchos años de trabajo, que no se valora suficientemente a los jugadores nacionales jóvenes y por esta razón deben buscarse la vida en diferentes países fuera de las fronteras españolas.
Hasta el momento no existe una traducción de esos resultados veraniegos de selecciones en incorporaciones y oportunidades para esos jóvenes que acaban su etapa de formación y se encuentran con un panorama bastante desolador en cuanto a su futuro se refiere.
Habría que plantearse un cambio por parte de las instituciones deportivas para que estos jugadores tengan la posibilidad de crecer y poder explotar su potencial en los equipos profesionales de la misma manera que lo hacen los jugadores que llegan de fuera. Parece que se está valorando la creación de una liga universitaria para esos jóvenes, ya que las iniciativas creadas en diferentes ocasiones, como la LEB, EBA, las ligas SUB-20, etc, no han dado los frutos deseados y se han convertido en un cementerio, para aquellos jugadores que no tienen lugar en ACB y quieren continuar jugando, o un lugar de reclutamiento de jugadores extranjeros.
El resumen de todo es que tenemos campeones de Europa o del Mundo que no pueden disfrutar de oportunidades en los equipos ACB.
Comentários