INTELIGENCIA DEPORTIVA

Este verano he intentado hacer un ejercicio de reciclaje puesto que he vuelto, por así decirlo, a mis orígenes. Vuelvo a entrenar equipos de formación (premini y preinfantil), equipos que en ambos casos empiezan el aprendizaje de los gestos técnicos de base para ir puliéndolos poco a poco. En el caso de los preminis es una cuestión evidente puesto que algunos llegan de la Escola de Bàsquet pero muchos otros no han practicado nuestro deporte nunca y se inician en él en este momento. Éste es un trabajo muy gratificante porque, por un lado los niños vienen muy motivados y abiertos a aprender todo lo que les propones, y por otro lado ves una gran evolución en muy poco tiempo.

Los preinfantiles tienen un gran reto por delante, reaprender lo que ya dominaban en el segundo año de mini. Estamos ante un cambio de pista, la pista es ahora más grande por lo que hay que aprender a situarse en la pista de nuevo, deben aprender a utilizar los espacios correctamente. Además tenemos un cambio en la altura del aro, que pasa de 2,60 a 3,05. En algunos casos la categoría preinfantil no existe y se pasa directamente a infantil, con lo que además de los cambios que he descrito tenemos que añadir el cambio en el tamaño del balón de juego que pasa de la talla 5 a la talla 7, con todo lo que comporta para el jugador. Si ya la altura condiciona a nuestros deportistas, cuando además les cambias el balón, con un incremento de peso lógico, necesitan más fuerza que antes para poder llegar al aro. Esa fuerza de más que necesitan se convierte, muchas veces, en una variación del gesto técnico aprendido en etapas anteriores con lo que el trabajo de reaprendizaje es importantísimo en esta etapa.

No hace demasiado corría la creencia de que trabajando mucho la técnica individual se conseguían grandes jugadores. Más tarde se impuso que era importantísimo el trabajo físico. Ahora estamos en un momento en el que parece que, cada vez más, se apuesta por otras cosas además de trabajar esas dos, estoy hablando de la inteligencia, estoy hablando del control de las emociones. El Coaching ha entrado con fuerza en el deporte actual y es una herramienta que te da un sinfín de posibilidades para aplicar al deporte. Todo ello hay que ir trabajándolo desde la base para poder tener jugadores completos cuando lleguen a su etapa de máxima competitividad, la etapa senior. Que el jugador sea un crack con un balón en las manos está muy bien y es importante de la misma manera que lo es la preparación física, pero cuántos jugadores entienden el juego o saben interpretar cuando están en la pista? Cuantos jugadores, en un momento de máxima tensión, son capaces de controlar sus emociones? Creo que el trabajo del entrenador está encaminado, en la actualidad, a enseñar al jugador mucho más que técnica individual, el trabajo debe ir encaminado a ser capaz de gestionar de la mejor manera posible ese grupo de jugadores para convertirlos en individuos inteligentes deportivamente hablando pero sobretodo jugadores que sean capaces de desarrollar todo el potencial que tienen.